Cultura vs Estrategia: dos universos paralelos

1 de febrero de 2022

«Culture eats strategy for breakfast»

Peter Drucker

 

Pocas citas de Management son tan ciertas y, a la vez, tan poco esperanzadoras. Pero no todo está perdido, si entendemos la dinámica que se esconde tras esta frase tan lapidaria.

 La realidad cambia. Nuestra cultura no

Todas las empresas viven hoy la necesidad de renovarse, para seguir siendo relevantes ante la nueva realidad que están viviendo sus clientes.

Esta necesidad nos marca nuevas estrategias, que apuntan hacia un futuro deseado. Por ello, la estrategia va por delante de nuestra realidad actual y nos marca el camino a seguir.

Ejecutar esa estrategia es otra cosa, mucho más complicada. Porque quienes la ejecutan no son maquinas, son personas. Y esas personas usarán los hábitos y comportamientos que les han sido útiles hasta ahora. Es nuestra cultura, “así se hacen aquí las cosas”. En este sentido, nuestra cultura la arrastramos de nuestro pasado.

 

Strategy leads reality. Culture lags reality

Si nuestra estrategia es realmente innovadora, aquellos comportamientos exitosos que nos han llevado hasta aquí seguramente no van a ser los mismos que necesitaremos para ejecutarla con éxito.

Tener claro ese gap entre la cultura actual y la deseada es básico antes de iniciar el proceso de transformación, y poder así situar a la cultura de nuestra compañía en el mismo marco temporal que nuestra estratega; es decir, no en nuestro pasado, por muy exitoso que este haya sido, sino en nuestro futuro.

 

Transformación cultural

Cuando definimos una estrategia de éxito, tenemos que preguntarnos en qué punto se encuentra actualmente nuestra organización, para llevarla a cabo; ¿Qué hábitos y comportamientos actuales pueden lastrar la ejecución de esta nueva estrategia? ¿Qué comportamientos nuevos son necesarios para ejecutarla con éxito? ¿Cuáles forman parte de nuestro ADN y continuarán diferenciándonos?

 

Hacer cosas diferentes, para lograr resultados diferentes

Ese gap cultural es sobre el que tenemos que trabajar, y eso significa explicar a la gente no solo QUÉ se espera de ellos en esta nueva etapa, sino también PORQUÉ es importante para nuestra estrategia de crecimiento. Explicar, inspirar, educar, compartir, motivar. En definitiva, comunicar y comunicar.

 

Definirlo está bien. Compartirlo es mucho mejor

Si lo tenemos claro, será mucho más fácil poder comunicarlo. Y cuando nuestra gente entiende el por qué del cambio y se comparte con ellos una visión ilusionante de nuestro futuro que justifique su esfuerzo, el compromiso está asegurado.

Por ello, si quieres que tu estrategia de futuro triunfe, asegúrate que tu cultura no permanece anclada en el pasado.